Si existe una experiencia en la que un buen comienzo determina un final exitoso es en la elaboración de una tesis. Aquí debemos mencionar la necesidad de ir buscando, con mucho tiempo de antelación, los posibles temas que abordarías en una investigación.
Guíate por estos tres parámetros: 1.- Los temas y enfoques que se acostumbran abordar en tu universidad. 2.- La viabilidad de los posibles temas de investigación. Luego de preseleccionar varios temas que te llamen la atención, descarta aquellos que representen para ti un mayor problema logístico. Por ejemplo, que su investigación amerite salir de tu ciudad mucho tiempo desatendiendo otros compromisos de índole laboral, académico o familiar. 3.- Presupuesto para la investigación. Dependiendo de tu especialidad, la investigación siempre ameritará una inversión económica para la adquisición de equipos que apoyen los experimentos que sean necesarios. Evalúa también el apoyo que puedas recibir de instituciones interesadas en conocer los resultados de tus pruebas.
Una vez depurada tu lista de posibles temas, busca orientación docente para reducir aún más la lista de posibilidades. En esto tus profesores te pueden aportar información importante sobre bibliografía a consultar, entrevistas que te pueden ser de utilidad y consejos para ir construyendo tu propuesta de anteproyecto de tesis.
Con la lista de posibilidades reducidas al mínimo, es hora de consultar en la biblioteca de tu universidad e internet, aquellos trabajos de grado que hayan abordado los temas que aún estás considerando. Enfatiza en los aspectos de forma y fondo a fin de tener, por un lado, una visión concreta de cómo debes presentar tus trabajos y por otro, el alcance de las investigaciones previas a la tuya.